Tienes un texto, acabado o en proceso. También tienes dudas.
O no, crees que tu novela es impecable porque no conoces lo suficiente este mundo como para detectar que todavía es un borrador, no publicable.
Tanto mis compañeras en
, como mi compañera de letras y yo misma, hemos visto casi de todo.Muchas de vosotras nos contactáis pidiendo un servicio cuando lo que necesitáis es otro, o varios. Por eso, nosotras siempre asesoramos. En mi caso, la lectura profesional o la sesión de asesoramiento sirve para detectar esa necesidad. Según lo que veo, te dirijo a un tipo de profesional u a otro o te ofrezco mis servicios.
Depende. ¿De qué depende? De según cómo se mire, todo depende (¿suena la canción en tu cabeza? Lo siento).
Puede que llegues con un «quiero que me corrijan la novela», pero lo que realmente necesitas antes de eso, es que alguien la lea con ojos clínicos y te diga si hay una historia potente bajo la superficie.
O quizás estás buscando una mentora que te ayude a mejorar el ritmo, y en realidad aún necesitas a una buena lectora profesional que te diga si lo que has escrito funciona.
Esto pasa muy a menudo.
Y no es culpa tuya, porque nadie nos explica esto cuando decidimos escribir y autopublicar.
Pero hay algo que conviene tener claro antes de lanzarse: el hecho de que hayas terminado tu historia no significa que esté lista para ser publicada. Y aquí es donde entran en juego distintas figuras profesionales que pueden ayudarte… pero cada una hace algo muy distinto.
Te cuento quién es quién, para que sepas qué pedir y qué necesitas en cada etapa:
📖 La lectora profesional
Es la primera a la que deberías acudir. Una lectora profesional (o editorial) lee tu manuscrito de principio a fin con una mirada objetiva y entrenada.
Te dirá si la estructura funciona, si los personajes están bien construidos, si hay incoherencias, si el conflicto es sólido, si atrapas desde el principio y si mantienes el interés hasta el final.
No se mete en el estilo, ni en las comas, ni reescribe nada.
Su trabajo es valorar el texto completo y darte un informe (si lo contratas), a veces con sugerencias, pero sin tocar ni una sola línea. Yo, como lectora profesional, también te asesoro sobre los pasos a dar según la fase en la que está el texto y te sugiero el tipo de profesional que necesitas. Comento el estilo (me formé como correctora de estilo) y te marco algunas correcciones para que el texto llegue lo más limpio posible a la corrección.
¿Cuándo la necesitas? Cuando acabas tu primera versión (o segunda, o tercera) y quieres saber si tu novela realmente funciona, si le falta mucho trabajo y otras informaciones para avanzar.
🛠 La editora
Aquí hay matices, porque no todas las editoras hacen lo mismo. Pero en el contexto de autopublicación, una editora suele hacer edición de contenido y a veces también edición de estilo.
Edición de contenido: entra de lleno en la estructura de tu historia. Te sugiere reorganizar capítulos, reforzar escenas, recortar lo que no suma. Te acompaña en una reescritura con mirada narrativa.
Edición de estilo: entra frase a frase. Mejora el ritmo, pule repeticiones, trabaja el tono y la voz narrativa para que sea coherente y fluida.
¿Cuándo la necesitas? Cuando ya sabes que la historia funciona, pero quieres que esté narrada con el máximo nivel. Aquí sí se reescriben partes, se hacen propuestas directas sobre tu texto y tú decides si aceptarlas o no.
✍️ La correctora
La correctora no va a decirte si tu historia tiene sentido. Tampoco va a cambiar frases, ni te va a sugerir reestructurar nada. Si lo hace es porque saben lo que tienen entre manos y te quieren ayudar, pero en el sentido estricto del término, no entra en su cometido.
Su misión es corregir lo que está mal. Gramática, ortografía, puntuación, coherencia léxica, formato...
Hay dos tipos:
Corrección ortotipográfica: se asegura de que todo esté bien escrito a nivel técnico. Elimina erratas, uniformiza comillas, mayúsculas, cursivas, signos de puntuación, etc.
Corrección de estilo (en sentido técnico): corrige frases que no se entienden, mejora estructuras confusas, elimina ambigüedades, repeticiones, malos usos o muletillas. Pero no reescribe ni cambia la voz narrativa.
¿Cuándo la necesitas? Al final del proceso. Cuando ya no vas a tocar más tu manuscrito y quieres asegurarte de que está pulido y bien escrito antes de maquetar y subir a Amazon (o donde sea).
🧭 La mentora
Una mentora no corrige, no edita y no hace informes.
Una mentora te acompaña, normalmente desde el principio. Te ayuda a planificar, te da claridad, te propone ejercicios para mejorar tu escritura, te hace preguntas potentes, te ayuda a entender por qué una historia no avanza o por qué no logras escribir como te gustaría.
Puede revisar escenas contigo, puede orientarte cuando no sabes qué hacer con tu manuscrito. Pero su papel es ayudarte a crecer como escritora, no pulir un texto en concreto.
¿Cuándo la necesitas? Antes, durante o después de escribir. Cuando quieres avanzar con cabeza, con motivación, con acompañamiento emocional y técnico. Una mentora te ayuda a no tirar la toalla.
En muchas ocasiones se pueden mezclar en una persona y actuar como editora, correctora y mentora, por ejemplo. Otras veces, se reparte entre profesionales. A veces es mejor la primera opción, y otras necesitas más ojos porque la persona que trabaja contigo hace suya la historia y deja de tener perspectiva de tanto leerla, justo lo que te pasa a ti como autora. Por eso necesitas profesionales externas.
Yo trabajo a menudo con Paola C. Álvarez (mentora y correctora), nos complementamos; he leído novelas corregidas por ella y, al revés, leo manuscritos que sé que necesitan a una profesional como ella. Y así, también con otros como los que hay en la lista de esta web.
¿Y entonces qué necesito yo?
Depende de en qué punto estés.
Lo importante es entender que no hay una única figura que lo haga todo, y que saltarse pasos (por prisa, por desconocimiento o por presupuesto) puede salir caro. Porque no hay correctora que salve un manuscrito que aún no está maduro, ni mentora que sustituya a una editora cuando necesitas reescribir con precisión.
Lo que pides y lo que necesitas no siempre es lo mismo.
Pero eso se soluciona preguntando y asesorándote, conociendo los pasos del proceso.
Y sobre todo, entendiendo que tu historia merece tiempo, mimo y un equipo que crea en ti.
¿Conocías estas diferencias?
Si te quedan dudas, pregúntanos.
Si tienes un texto que trabajar, reserva ya tu fecha y no dejes tu texto a la deriva.
En
encontrarásmentoras
correctoras
editoras
lectoras profesionales
maquetadoras
portadistas
mentoras
asesoría de escritura
asesoría de publicación
acompañamiento emocional
acompañamiento literario
profesoras
¿Qué necesitas?
Hasta pronto
Pilar NC
¡Qué bien explicado!Muchas gracias porque así me queda más claro y,además,sé dónde recurrir cuando lo necesite.🙏
Muchísimas gracias por mencionarme. ❤️